martes, 2 de junio de 2009

Televisión, desinformación y manipulación y pare de contar… cuentos y cuentitos. Epístolas ideológicas.
Noel Aniloc.

Hace poco vi en TV un micro realizado por el canal Globovisión, con motivo de la reacción oficial a la oscura y desproporcionada campaña mediática que esta televisora mantiene en contra del proceso que este lleva a cabo, yo veo de todo para estar bien informado del diario acontecer. Este micro parece sacado del medievo, un acto de fe procesal, una proclama de la santa inquisición, beato y falaz.

En él aparece una damita, ¿locutora, presentadora, periodista?, lo ignoro; muy atractiva y bella como todas las exponentes de la clase media acomodada defendiendo la posición ”critica y democrática” del canal, como lo apuntaba reiteradamente, a ella me dirijo con todo respeto.

No voy a pensar que su mensaje lo leía en el “telepronter”, o repetía una chuleta, no pienso eso, pero si queda claro, que seguía los dictámenes “políticos” del canal, cuestión bastante lógica, lo comprendo y también que el discurso estuvo bien preparado, metódicamente estudiado para una audiencia sugestionable y ya condicionada por el fanatismo y proclive a asimilar lo absurdo.

Con los acentos histriónicos que le puso al “especial” completo el tele-drama, donde usó con aparente racionalidad “el argumento sofista de los que abogan las angélicas inocencias”, los cuales terminan acusando de “ brutos, sin clase y perversos tiranos” a quienes les cuestionan.

Mas el punto que quiero significar, es que usted o sus inductores retóricos, los que asumieron la apología de la planta, de por si, denotan ser de esa clase de personas, las cuales se amoldan perfectamente a esa visión distorsionada del universo en el cual delirantemente habitan.

Su universo es un universo paralelo al universo real, el reino sobre terráqueo de la burguesía, mundo de valores traídos en un saco de ilusionistas e impregnados del juego de escondidas de la personalidad del yo soy o el yo no soy y seré tal y cuando me convenga, lo haré por la divina gracia de mi celestial estirpe y rango. Aclaro, poco le faltó para decir, “Somos los escogidos de Dios”, casi lo dijo cuando trajo a colación el pasaje bíblico de la lucha de David vs. Goliat, momento en que oí que dijo: “Así como ayudó a David en aquel momento, Dios estará hoy con nosotros”.

Y no digo mintió manipulando, porque a lo mejor cree en lo que dice, eso no es mentir, eso es usar el sustento paranoico del yo esquizoide.

A lo mejor, amiga, también jura que ese canal es suyo o podría ser suyo y que la planta, pobrecita, es un equipo débil en el juego político, que sólo trasmite la verdad absoluta “sin otro ánimo que el de señalar los problemas que agobian la sociedad bajo este régimen militarista y dictatorial”. Pobre niña, si no lo sabe es bien gafa o se las da de ello.

Jovencita, ese canal cuenta con el respaldo de cuanto bicho con uña existe en este país y en el ámbito geográfico del “estatus quo” mundial, además mantiene un plan pre establecido compuesto, orquestado e interpretado por una comparsa de no muy mansos señores.

Además uno de los errores de las burguesías latino americanas, es del creerse dueños de la inteligencia y del ingenio humano. “Nosotros, que si utilizamos la inteligencia y producimos excelentes programas…”, dijo muy ufana y con resabida soberbia y vanagloria. ¡Vaya niñita!, cuida tus neuronas y tus sinapsis, cuídalas y no olvides darle “Ceregen” a tus compañeros de trabajo. Ahora digo, ese pensamiento matrizado y enraizado es una desviación antropológica que viene desde la época colonial y que cala exactamente en un sector de la población euro descendiente y pro extranjera, reminiscencias del vasallaje que aun late en muchos corazones.

La supremacía racial; la de estatus; la de títulos y la de nivel académico, claro, salvando a aquellos que honestamente fueron al sistema educativo a adquirir conocimiento y han seguido alimentándose de la cultura humanista y nacionalista “para comportarse como verdaderos venezolanos”, que si los hay de sobra, pero… por el resto, este país sigue siendo el lugar de “las nulidades engreídas y las vanidades consagradas”, como lo dijo sabiamente Vicente Romero García hace ciento cuarenta años.

El problema venezolano o latinoamericano no es un problema de politiquería o mejor dicho, únicamente político circunscrito a lo regional o temporal, ni del toma y dame personal o municipal de partidos o partiditos, no amiga es más serio y universal, es un problema de conciencia cósmica y del universo como nuestro gran hogar, en relación al macro y micro cosmos, de su dinámica y de su dialéctica realizada en el plano mundano por nosotros los humanos, como diría una tía ya difunta: “Un problema celestial entre los Diablos y los Ángeles”, quien imaginativamente se anticipaba con sobrado tiempo a “La guerra de las galaxias” o quizás haya leído “El paraíso perdido” de Milton.

Se trata de una lucha en contra del orden imperante impuesto por la potencia aquella, usted sabe cuál es, no se engañe usted misma diciendo que no sabe, lo digo, porque es casi seguro que usted le rinda culto a esa patria metafísica situada en el norte. Se trata de luchar por un nuevo orden universal, donde los pueblos y la total humanidad encuentren sus propios caminos sin la “tutela” de los poderosos, los cuales hoy son poderosos a costa del hambre y la miseria que ellos han sembrado a tres tercios de los habitantes del planeta tierra durante los últimos siglos.

La eterna lucha de los contrarios, unos por querer cambiar la existencia humana y los otros por estatizar el universo. Toda revolución se encuentra con este escollo, toda revolución se va encontrar con el pensamiento reaccionario, toda transformación en el aspecto humano será rechazada por los retardatarios, tendrá en contra la reacción y la manipulación mental que esta genera, manifiesta en el engaño de los que se creen dueños del mundo, los que se basan en la hipocresía y la intencional ocultación de la realidad para mantener sus privilegios. Cuestión que ha estado y está presente en los enfoques universales y en los particulares que se dan en plano político y en el social de todas las épocas, por lo tanto es tocante a la evolución o al retardo mental del genero humano.

Hablando del retardo mental inducido e impuesto a las sociedades históricamente, refiriéndome a esto y creyendo en el valor social de la educación, diré, que en algunas instituciones educativas cuyas formaciones atienden a patrones enmarcados en tendencias notablemente reaccionarias, la democracia burguesa da para eso y mucho más, se imparte un pluralismo ideológico enmarcado en el dogmatismo o en el racionalismo traído de las greñas, porque en esas instituciones el pensamiento crítico es una somera mención al criticismo kantiano lógico racional, sin nunca mencionar la lógica transcendental y dialéctica material del universo real al cual pertenecemos donde todo cambia y nada permanece, donde existen contradicciones que afloran ciclicamente, donde hay circunstancias y situaciones temporales de los eventos, las cuales determinan su diferencia histórica.

Aún más se imparten teorías antropológicas, en las cuales disimuladamente se menciona y se enfatiza la supremacía racial y los sagrados privilegios de los “productores de capital” y de los tecnócratas agregados al sistema, los cuales si son blanquitos o medias tinta tienen mérito añadido.

Respeto mucho a las damas y considero que es comprensible la conducta de una persona si se toma en cuenta la formación intelectual que ha recibido y sus antecedentes de clase, clase media-media supongo, la de más afecciones.

Continuó, a lo mejor cree en lo que piensa y expresa, y lo cree de buena fe, pero jovencita le recomiendo que desarrolle el pensamiento crítico, que nada tiene con la tele intencionada “critica sistemática” planificada en los laboratorios de la manipulación, cuyos fines, usted imagine cuales son. Infórmese niña, como ha actuado en toda Latinoamérica en el terreno de la comunicación las fuerzas combinadas del imperio y sus secuaces, para derrocar gobiernos, para imponer títeres y para dominar la conciencia de los pueblos.

Y por último, no pronuncie tan alegremente las palabras democracia y constitución refiriéndose a lo que entienden por ellas ciertos grupos o clases que vivieron en la Venezuela, que a sus juicio era “el país de la maravillas”. La verdadera democracia es la que se da el pueblo, más allá de la palabra escrita. Ese algo abstracto no tuvo vigencia real, en un país, donde los que tenemos memoria sabemos que hasta hace apenas una década, “democracia y leyes” existían solamente para el grupito de privilegiados que gobernaban y de otros que usufructuaban las riquezas en detrimento de muchos, todos apoyados por la mano de “sacrosanto imperio”, el cual nunca ha tenido amigos sino lacayos.

Y de los militares tampoco opine arbitrariamente “mandándolos a sus cuarteles”, se lo dice un conocedor del acontecer nacional desde Medina hasta nuestros días, quien vio su caída, la de Gallegos, la del General Marcos Evangelista, el porteñazo, el carupánazo y miles de operativos militares para aplacar “la subversión” o la “delincuencia”, cuando a cada fallecido le colocaban o “sembraban” el arma homicida y si era un guerrillero combatiente abatido, muchas veces lo desaparecían vivo o muerto, lo borraban del mapa.

El plomo era parejo y nada indiscriminado, muy selectivo, pues esto siempre sucedía en las barriadas y las parroquias donde vivía la gente de menos recursos, ni hablar de derechos humanos o escándalos mediáticos, pues “vivíamos en democracia”. En esa Venezuela, en las ciudades ya se habían nucleado por estatus económicos los “Estes” y “Oestes”, los de los “Estes”, a no ser el de un “atrevido delincuente”, jamás vieron un muerto ni oyeron un tirito.

- Por primera vez desde la independencia y la guerra federal, ahora es cuando son soldados de la patria, ahora están brazo a brazo con el pueblo, del cual provienen y al cual se deben. Eso de “militares a los cuarteles” como apuntaste, sabe a acuartelamiento, es decir, militares alistándose para salir a masacrar pueblo y no me refiero al “Caracazo” únicamente, me refiero a una práctica muy usada en este país, desde Gómez hasta la década de los ochenta y picote, hasta los noventa, mejor dicho. Vaya que vi muertos del pueblo masacrados, hermanitos nuestros, suyos y míos, me dolieron… mija, me dolieron razonablemente por haber sido tan venezolanitos y humanos como nosotros, me afectan los muertos en el pavimento.

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No defiendo gobiernos, ni políticas, defiendo mi posición humana y a mis ideas, mi único ismo o único ista que profeso son el Colinismo o Colinista, calificativos nominales peyorativos de mi apellido. Trato de estar ajustado a la realidad, no creo ser poseedor de la verdad absoluta, pero si sé de donde vienen los tiros y quien los dispara, quizás soy un anarquista o libre pensador, pero creo en el “orden del caos”. Me alegro cuando afloran las contradicciones y las consabidas crisis sociales como parte sustancial de la existencia, porque en ellas siento que la humanidad está despierta, vive y lucha. Conozco el mal y sus enviados, con esos no se juega ni se les hace el juego. También deje de pronunciar el nombre del Señor adjudicándoselo como protector en sus discursos manipulativos, se lo dice un materialista consumado que cree que la sabiduría ancestral de la humanidad, está sintetizada y expresada en los “textos religiosos”. su lectura es analítica es mi única forma de ver las religiones, las conozco casi todas y tienen bastante sabiduría, seguro.

Nada es perfecto, pero todo es perfectible, busquemos esa perfección de la sociedad verdaderamente, luchando brazo a brazo en pro de ella sin meternos zancadillas ni hacernos trampa. Los de una parte y de la otra, colaborando con el pueblo- pueblo, la base de las naciones; eso si, sin manipularlo, sin creerlo pendejo o bruto, allí es donde está “la sal del mundo”, ellos son los más necesitados y los más sabios y justos a la hora de la verdad.

Finalizo con unas frases muy propias de mis piadosas tías: “Que Dios la bendiga, el espíritu de David, el liberador de Israel y el de San Miguel Arcángel, el vencedor de Lucifer le abran el entendimiento para que vea con claridad dónde están los enemigos suyos, los míos y los del pueblo y la perdonen si sigue creyendo que usted es más sabia o inteligente que otros por obra de su clase, sus méritos académicos y la gracia del Espíritu Santo, Dios la cuide y la ilumine”.

Noel Aniloc. 18/ 05/ 2009. Desde los altos Mirandinos.